No es que tengamos ganas de guerra con este título del post, es que llevamos bastante tiempo pensando el tema que hoy vamos a tratar…sin saber si es mejor opinar o callar. En más de una entrevista, cuando nos han preguntado por la competencia nos ha entrado ganas de contestarle lo que hoy os exponemos pero quizás por elegancia hemos recalcado nuestros conocimientos y experiencia y hemos omitido lo que realmente pensamos sobre las que dicen ser Wedding Planner pero…
Como yo soy de las que cuando realmente me importa algo o lo digo o reviento (Carmen al habla) y llevo mucho tiempo intentando ser discreta en este asunto…A través del siguiente post, el cual os transcribo casi al completo, de nuestras compañeras de Wednesday Wedding Planner (Madrid) quiero haceros llegar mi verdadera opinión al respecto. Me siento muy identificada con lo que ellas nos cuentan:
“… porque vamos a sincerarnos y a decir por fin lo que pensamos.
Y comenzamos hoy hablando precisamente de la gran aparición de empresas de wedding planning en España y sus diferentes y asombrosas variantes.
Últimamente está pasando como hace casi una década, cuando se puso de moda convertirse en personal shopper, sólo que ahora el anglicismo torna hacia el sector nupcial. Y no queremos que se malinterprete: nos encanta tener competencia. Cuanta más, mejor, porque es la única forma de conseguir dar a conocer una profesión que en España es aún desconocida. Pero que sea competencia leal, por favor, que sean wedding planners profesionales y que tengan una experiencia, un conocimiento y una ética y buen hacer en organización de eventos que avale su nueva trayectoria hacia el sector nupcial.
Ser wedding planner no es levantarse un día por la mañana y pensar: “me gustan las bodas, me gustan los Do It Yourself, he organizado mi boda muy bien y tengo buen gusto, así que me voy a hacer wedding planner”. No lo es porque nada de esto significa la traducción literal de planificador de bodas. Una cosa es ser una empresa de organización de eventos que tienen un matiz especial, como son las bodas, y otra muy diferente, ser decoradora, comercial de espacios y proveedores o wedding blogger.
Y decimos esto porque sabemos lo difícil que es ofrecer de nuevas un servicio como la planificación, gestión, organización, producción y coordinación de un evento o una boda. Y darlo a conocer a futuros novios, ¡eso sí que es difícil! Porque se trata de un servicio, de algo intangible, un valor añadido, es tranquilidad, psicología, buen hacer, experiencia, elegancia y perfección. Y todo esto, amigos, no sale en una foto.
Nosotras no somos meras decoradoras de bodas cuyo trabajo se traduce en fotos de DIY, somos planificadoras de eventos: materializamos la idea que el cliente tiene y comenzamos desde el minuto uno con la búsqueda, intensa, del espacio donde se desarrollará- museo, jardín, playa, propiedad privada…- siempre único y en cualquier rincón de dentro y fuera de nuestro país, para después darle forma y diseñarlo de principio a fin. Así pues, creamos una idea conceptual y la llevamos a cabo junto a los grandes colaboradores con los que trabajamos en cada boda. Somos diseñadoras, sí, porque nos formamos, viajamos, absorbemos tendencias e ideas a diario, escuchamos las preferencias de nuestras parejas y a posteriori les proponemos un estilo acorde a su personalidad, una línea de diseño que marque la boda, de manera sutil y sin grandes estridencias, que enamore pero no eclipse a los novios, grandes protagonistas del día. Por supuesto dentro del diseño de la boda que comentamos, en ocasiones hay una parte de manualidades, o como gusta llamarlas ahora, DIY, que cualquier persona con tiempo y maña puede hacer y para lo que no hace falta ni experiencia previa en organización de eventos ni ser un gran wedding planner profesional.
Hay una gran diferencia.
Nosotras no cocinamos, no diseñamos vestidos, no maquillamos, no fotografiamos la boda ni la grabamos en vídeo, no hacemos tartas ni cupcakes, no somos floristas ni músicos.. pero tenemos claro que para que una boda salga perfecta, solo hay un secreto:
rodearte de los mejores en cada campo y coordinarlos con maestría.
Un buen wedding planner materializa ideas, se anticipa a los problemas, plantea alternativas, reacciona ante los imprevistos, gestiona la producción, maneja el tiempo, controla el presupuesto, atiende a los novios, a sus invitados, viaja, negocia y coordina en su nombre, para hacer de los preparativos un camino relajado y apasionante y del día de la boda un recuerdo inolvidable, manteniéndose siempre en un discreto segundo plano y dejando el protagonismo a quien lo merece ese día: los novios y sus familias.
Y para terminar, tenemos a las wedding bloggers que nos merecen todo el respeto del mundo como tal, pero que en muchas ocasiones se autodenominan wedding planners porque oye, ya que escriben sobre el tema y conocen todas esas tendencias que vienen de USA (como nosotras, ni más ni menos), no les cuesta nada decir que también organizan bodas, total, si cae alguna… para qué van a montar una empresa, darse de alta en la Seguridad Social, cumplir la legislación en materia de protección de datos, firmar un contrato, contratar un seguro de responsabilidad civil… si eso no hace falta en un país en el que cualquiera que ya se ha casado, tiene un blog y/o una tarjeta ya es wedding planner.
Con este panorama no nos queda sino intentar decir, explicar y gritar si hace falta que por favor, antes de contratar a un profesional de la organización de bodas miréis muy bien, comparéis, pidáis referencias, entendáis qué puede y qué no puede hacer y dónde van a quedar vuestros intereses, y los de vuestra boda, que es, en esencia, lo más importante.”
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Los profesionales de Protocolo, el año pasado, emprendieron un movimiento creado por la Escuela Internacional de Protocolo (Madrid) en el que los profesionales del protocolo estábamos unidos bajo el lema “queremos organizar eventos” (QOE). Son muchas asignaturas útiles y muchos aspectos los que se tratan en esta bonita diplomatura (o reciente licenciatura) como para pasarlos por alto y no valorarlos a la hora de elegir a un PROFESIONAL de esta materia.
¡¡¡ Ya sabéis lo que pensamos!!!
B U E N F I N D E S E M A N A
Fotografía: Oncewed, Vogue, Eventaria
Artículo transcrito: Wednesday WP
6 Comments
Hay mucha razón en todo lo que dices, porque da la sensación que es fácil “subirse al carro” y por el hecho de tener un blog y haber organizado tu propia boda ya te “otorga el título de Wedding Planner” cuando es algo mucho más complejo y completo que eso. De todas formas creo que contra eso no se puede luchar y lo único que os queda a los profesionales es confiar en el buen juicio de los novios para escoger en manos de quienes dejan la organización de algo irrepetible y tan importante como es su boda.
Saludos.
Muchas gracias Toni por tu comentario, lo mismo pensamos respecto a tu gremio. Lo peor es que cuando los novios cometen este tipo de errores en su elección de profesionales para la organización de su boda, como tú bien dices es algo irrepetible. Por eso, nos sentimos privilegiados con nuestro trabajo, es algo único y somos cómplices en un día muy importante y especial en la vida de cualquier persona. Es muy gratificante la felicidad de los novios, que en definitiva, es nuestra felicidad.
Saludos,
Carmen
Realmente somos privilegiados, y cuando pones todo en tu trabajo, nuestro mejor pago es la satisfacción y felicidad de los novios, sin duda.
Carmen te voy a pedir una opinión a través de email, espero no molestar, me harías un gran favor si me la das.
Un saludo.
Molestia ninguna, espero poder haberte ayudado con mi consejo.
Quedamos a tu disposicón para lo que necesites.
Saludos,
Carmen, hola, te dejo un comentario desde Chile, efectivamente tienes mucha razón, ademas cuando aparecen estos “Wedding Planner de un día para otro” y realizan mal su trabajo con algunos novios, nos desprestigian a todos los demás que efectivamente somos profesionales y apasionados con nuestro trabajo; y se genera desconfianza! Mucho Éxito para ustedes!!!!
Karen González Correa
Tu Boda & Yo
Chile
Tenéis toda la razón del mundo. A mi me indigna la cara dura de esas personas que, por leer 4 blogs y organizar su boda (bien, mal, regular o como buenamente han podido) se creen con capacidad para denominarse Wedding Planner. De igual manera meto en el mismo saco a las que hacen cursos online de 30 € o cursos impartidos por empresas sin validez académica (y menos ahora que ya existe una titulación de especialista universitario). Yo tengo 24 años y estoy recibiendo formación en protocolo desde los 18. He sido parte de la primera promoción del título de WP que he mencionado arriba y, como mucha gente de mi edad me las estoy viendo negras para encontrar trabajo en algo relacionado. Y sin embargo, la última vez que fui a una feria de bodas, cada vez que me acercaba a un stand y les comentaba que quería montar mi empresa de Wedding Plannr y que me gustaría recibir información sobre su negocio, las encargadas de organizar las bodas en las fincas u hoteles me preguntaban por mi fecha de boda!! Es decir, tenían tanta formación como WP que no sabían ni qué era eso…
Desde luego tenemos que acabar con este intrusismo como sea…porque hace mucho daño a la profesión.
Saludos